Los libros que hemos ilustrado hasta la presente entrada son: Las Tablas y los Ojos del Guadiana- Agua, paisaje y gente, y el recientemente presentado bajo el extenso nombre de: Arqueología, hidrogenia y medio ambiente en la Edad de Bronce de la Mancha-Cultura de Las Motillas.
Siendo como es el Instituto Geológico y Minero de España, un Organismo Público de Investigación el encargo consistía en la recreación de paisajes y ambientes, mapas explicativos, recreación de sucesos históricos o de eventos y rituales.
Es un trabajo en el que hay que poner riendas a la fantasía para que no se desmadre, pero en el que se precisa tener imaginación para que las imágenes manen con fluidez en la cabeza y, posteriormente, desbastarlas, limarlas y pulirlas con la ayuda de los autores (científicos e investigadores) para lograr una imagen sin anacronismos y lo mas cercana posible a la realidad.
Se trata de imaginar escenas componer la imagen, documentarse muy bien y dejar que aflore poco a poco en el papel de acuarela.
Estas son las portadas de los libros:
El primero se trata de un libro divulgativo sobre las Tablas de Daimiel, sobre su estructura hidrogeologica y medioambiental, de las gentes que las han poblado, de sus actividades económicas y de los distintos impactos ambientales que el hombre ha provocado a través de la historia.
El segundo, intimamente ligado al primero, trata de la importancia que las aguas subterráneas han tenido en los habitantes manchegos de la Edad del Bronce, que sobrevivieron a una época especialmente árida gracias a su adaptación a ese ambiente sin aguas superficiales y sin herramientas validas para excavar grandes profundidades. Las Motillas dispersas en los cauces de los afluentes, entonces secos, del Guadiana y en zonas cercanas al afloramiento de los acuíferos 22 y 23 fueron los primeros pozos que se explotaron en Europa.
ILUSTRACIONES PARA EL LIBRO DE "LAS TABLAS"
En esta ilustración se representa a un poblado de cangrejeros, pescadores y masegueros de los muchos que habían en la rivera del Guadiana o en los alrededores de Las Tablas en los años 1960.
La gente vivía muy dignamente de la pesca, del cangrejo, de la caza y del cultivo de pequeñas huertecillas. También había toda una industria de productos vegetales que el río proporcionaba:
Cestos de mimbre, cubiertas para bombonas de vino y tapas para las tinajas, capachos y espuertas para vendimiar, carrizo como material aislante en los tejados manchegos, persianas de carrizo (zarzos), etc.
En los días de verano y hasta que comenzaba a apretar el frìo, muchos daimieleños que tenían pequeños huertecillos cerca del Guadiana denominados "Cañaas", se trasladaban con su familia a unas construcciones provisionales de carrizo que allí se construían; son las llamadas chozas de Pescadores. Allí vivían del cultivo intensivo de su Cañaa, de la pesca y del cangrejo. Las Cañaas al tener el agua muy somera producían gran cantidad de hortalizas, cañas de escobas y panizo además de los higos, albaricoques, manzanas, melocotones, uvas y almendras. Algunos además cortaban masiega como combustible que vendían a las caleras (hornos para cal) en Daimiel o los hornos para yeso en Villarrubia. También se dedicaban a la fabricación de "Zarzos" "Baleos"" Esteras" Pleitas" para arreos de los burros y "Serijos" para sentarse Las chozas generalmente tenían que repararlas o rehacerlas todos los años.
Estas reproducciones son simples recuerdos de mi niñez
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