LA GRAN CAVERNA: Civilización de seres inteligentes con morfología mezcla humana y ave que habitan una inmensa caverna luminosa de cuya bóveda cuelgan distintas urbanizaciones.
Bocetos a lápiz plomo de las urbanizaciones de la gran caverna.
La gran caverna.
Detalles de la "Gran caverna".
EL BAILE DE LAS SIRENAS: En el reino de Nepturno han dado la alarma. Las aguas de la superficie están siendo surcadas por los humanos que navegan como si dominaran los mares. Las sirenas, las bellas embaucadoras surgen por los sumideros abisales a gran velocidad, montando una gran algarabía con sus cánticos y sus saltos. Son tan atractivas que atraen a los marineros que manejan esas frágiles naves privándoles de voluntad y, dirigiéndoles hacia zonas rocosas donde se estrellarán. Los secretos arcanos de los mares continuaran siendo secretos por siempre jamás.
El baile de las sirenas.
GÉNESIS DE UN PAISAJE:
Del cielo caen por su propio peso enormes cintas de organí semitrasparente de suaves y cálidos colores que, ondeados por la suave brisa, se van acumulando en la base del cuadro conformando una serie de sinuosidades que van generando un paisaje.
Génesis de un paisaje.
PAISAJE NO EUCLIDEO: Mi gusto por la línea curva, me lleva en esta composición a intentar crear un paisaje con elementos no euclídeos. Alejarme de la recta, de los planos de los poliedros y ver que es posible la existencia de un mundo con esas formas.
Paisaje no euclídeo.
MOLÉCULAS:
A veces pienso en la existencias de mundos paralelos; submundos existentes en estados de consciencia inestable, entre el pensamiento onírico y el pensamiento real. Otras veces pienso en la existencia de mundos inclusivos, en el que el Universo no sólo se expande hacia lo inmensamente grande sino también hacia lo inmensamente pequeño. Esos mundos recreados, minúsculos, incluidos en nuestro propio mundo como este "Paisaje de moléculas coovalentes" surgen de mi cabeza con ganas de salir a la luz visible. Todo es pura fantasía.
Coovalentes
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